viernes, junio 05, 2009
La MTA se establece en su nueva tierra cálida de Alianza
Consagración del cuarto Santuario en Ecuador: Santuario de Ciudad Celeste en Samborondón
En un soleado día de Pentecostés, la Familia de Schoenstatt de Guayaquil y Samborondón, entregó a la MTA su nuevo trono de Gracias. Alrededor de 4,000 personas se hicieron presente para recibir a nuestra Madre y Reina Tres Veces Admirable de Schoenstatt en su nuevo hogar, en una ceremonia presidida por el Arzobispo de Guayaquil, Mons. Antonio Arregui , concelebrada por el Superior Provincial de Chile, el P. Mariano Irureta, y por varios otros Padres de Schoenstatt y sacerdotes amigos.
"Tierra Cálida de Alianza" es el comienzo de una hermosa y conocida canción de la Familia de Schoenstatt de Guayaquil. Esa calidez, se hizo presente y palpable el 31 de Mayo, 2009, en la Bendición del Nuevo Santuario de Schoenstatt en Ecuador, no sólo por el sol canicular de esa mañana sino también por el calor y amor que irradiaban los corazones de los miembros de esta hermosa Familia de Schoenstatt. Los arreglos tanto de los lugares al derredor del Santuario, del camino principal, de la carpa de los celebrantes, eran un verdadero espectáculo para los ojos, donde predominaba el blanco y el rojo con el fondo del cielo azul y el río, todo con muy buen gusto. Era también un espectáculo ver las sonrisas de los que iban llegando, sentir su alegría y emoción. Muchos vestían elegantemente de blanco, listos para una verdadera fiesta. La organización y logística fluían impecablemente, y se notaba el esforzado trabajo de cientos de personas para preparar este gran evento. Se veía también la influencia de las Hermanas de María de Schoenstatt, expertas en preocuparse hasta del más mínimo detalle.
Los fundamentos del Santuario al pie del río
Toda esa vida y gracias que experimentan en este lugar, tiene sólidos fundamentos. Son ya 50 años desde que llegó el Movimiento a Ecuador, medio siglo de entrega de capital de gracias, de esfuerzo y alegría y sobre todo de entrega del corazón, que en los ecuatorianos predomina, pues lo dan todo, con una gran pasión, solidaridad y acogimiento. Hay también vidas concretas ofrecidas y sueños, como el de una madre, Piedad de Burbano, que perdió a su hijo Guillermo a los 12 años en 1973, y su gran dolor la llevó a refugiarse en Schoenstatt. Desde entonces comenzó a soñar que en un terreno heredado por su esposo, se construyera algún día un Santuario. Junto a Rodolfo e Iván Baquerizo, promotor de Ciudad Celeste, la ciudadela donde se ubica este nuevo lugar de gracias, acuerdan donar este lugar para que María se establezca. Iván y su esposa Verónica, nieta a su vez de una gran schoenstattiana ya fallecida, Nana de Loor, se convirtieron en pilares de esta construcción. En los fundamentos del Santuario está también la entrega de su pequeña hija María Verónica fallecida hace algunos años y por la cual rezaron schoenstattianos de todo el mundo. Así mismo en los fundamentos , está la entrega de los Varenius, en la vida de su hijo Oscarcito. Estas vidas, que nos hablan de un gran sacrificio y de amor filial, junto a las de los fundadores de Schoenstatt en Ecuador que ya nos acompañan desde el Schoenstatt Eterno, son vidas que han dado fruto y eso se nota cuando se pisa este lugar santo. En el 2002 se iniciaron las peregrinaciones a la Ermita de Ciudad Celeste, y desde entonces, como se lee en la última edición de la Revista de Schoenstatt local "Familia del Padre", nada se ha desperdiciado: "Primero en el terreno vacío, luego en la ermita, y en la construcción se han visto flores, fotos, cartas, dibujos, etc. Inclusive en la paredes sin enlucir del futuro Santuario, chicas de las Aliadas y miembros de las familias pintaron sus manos como una forma de dejar huella de su paso y de su oración. Nada se desperdicia. Todos estos regalos son capitales de gracias para que la Mater se establezca en Ciudad Celeste, junto al río."
Para esta bendición se formaron varias comisiones: Liturgia, Construcción, Comunicación, Hospedaje, Folklor y Kioscos, Tesorería y Logística, cada una llevando a cabo en conjunto un trabajo de precisión. Una pantalla gigante permitía que todos puedan apreciar la celebración. Había carpas de primeros auxilios, de juegos para niños, para la sacristía, etc etc. La Hna. María Dolores y Cristian Castelblanco procedieron a dar la bienvenida a todos, especialmente a los que habían venido de lejos, de Chile, Estados Unidos, Perú, etc. y de otras ciudades y provincias del Ecuador. Llegaron por ejemplo decenas de representantes de la Familia de Schoenstatt de Quito, todos identificados con un lazo azul. Estaban presentes casi todas las Hermanas ecuatorianas, unas 15, junto a su Superiora Provincial, la Hna. Yolanda Roa, la Hna Eliza, alemana que fue la primera en venir a Ecuador, la Hna. Consuelo, que inició las peregrinaciones al Santuario, y dos hermanas de Chile. Fue una gran alegría para la Familia de Ecuador, volver a ver al Padre Christian Christiansen, que trabajó por 12 años como asesor de la Rama Familiar en Ecuador y que vive en Austin, TX.
Se inicia la gran fiesta
La celebración se inició alrededor de las 10, Mónica Maruri de Del Pozo y Marcelo Del Pozo fueron los maestros de ceremonias y guiaron la liturgia. Los concelebrantes hicieron su entrada por el camino central, precedidos de los abanderados de cada una de las Ramas de Schoenstatt. Niñas vestidas de blanco hacían la calle de honor. El coro cantó magnificamente, acompañado de guitarras, percusión y violines. El Arzobispo en su homilía se centró en el misterio de Pentecostés y en el sacerdocio, sacudido recientemente por escándalos puntuales. Mencionó su alegría de encontrarse con el P. Sidney Fones, (Padres de Schoenstatt) con quien ha colaborado en el CELAM. Recalcó la importancia y centralidad del laicado en la Iglesia, y pidió especialmente oraciones por los sacerdotes, en este año dedicado por el Papa Benedicto XVI al Sacerdocio y a San Pablo. Agradeció por el regalo de este Santuario a la Arquidiócesis y se alegró de lo hermoso del lugar. Luego se procedió a consagrar las paredes del Santuario y a colocar las reliquias de Santa Marianita de Jesús (primera santa ecuatoriana) y un recuerdo del P. Kentenich.
El momento más emocionante fue el de la llegada del cuadro de la Mater cargado en andas por miembros de las Familias. Estaba hermosamente adornada por anturios rojos, como corresponde a esta ciudad tropical, y venía precedida por niñas vestidas de blanco que iban regando pétalos de rosas a su paso. Aplausos, gritos de alegría, lágrimas, el amor por la Mater rebosaba en los asistentes. Luego de ello, la imagen fue bendecida por el Arzobispo, y mientras se colocaba a la Mater dentro del Santuario a puerta cerrada, la Santa Misa continuó. Dentro, el constructor y varios miembros de las comisiones, guiados por la Hna. M. Leticia, fueron armando el santuario poco a poco. Dos hermanas pusieron el toque final con los hermosos arreglos y las velas. Al terminar la Santa Misa el Arzobispo agradeció por este nuevo lugar de gracias y dio la bendición solemne. Se liberaron algunas palomas que volaron junto al techo del Santuario como símbolos de alegría y paz. Luego de la Santa Misa, se presentó una Cantata y se dio la oportunidad de ingresa un momento al Santuario.
Alegría contagiosa
Las personas que asisitieron tuvieron que enfrentar altas temperaturas, algo de humedad y el sol pegándoles directo.Pero ello no les quitó en absoluto la sonrisa de la boca. La alegría era contagiosa. Quedan todavía otros desafíos, como por ejemplo construir una casa a las Hermanas y un centro para reuniones. Pero lo más importante, el tesoro de Schoenstatt, ya está ahí, en ese pequeño y sencillo Santuario de la Madre y Reina.
La noticia de la bendición del Santuario, salió en forma prominente en el diario local http://www.eluniverso.com/2009/06/01/1/1446/6D50C053B7D048658DA53B457C1941BF.html Muchas personas del extranjero estuvieron presentes también, sin experimentar el calor físico pero sí el calor humano, gracias a la transmisión por internet de toda la ceremonia. Herramientas de interacción como Facebook, sirvieron para intercambiar comentarios sobre la hermosa experiencia y álbumes de fotos. Algunas personas que siguieron la ceremonia por internet o vieron las fotos más tarde, no pudieron contenter lágrimas de emoción y se dejaron contagiar por la alegría.
Como todo encuentro verdaderamente schoenstattiano, después de lo sobrenatural viene lo natural. Este gran acontecimiento se festejó con un almuerzo buffet en un salón del Centro de Convenciones de Guayaquil, donde muchos schoenstattianos de diferentes partes pudieron reecontrarse y rememorar viejos tiempos, ya aliviados por el aire acondicionado. Schoenstatt, ya lo sabemos, es un pañuelo.
Testimonios recogidos en Facebook:
"En Guayaquil, Dios ha regalado un nuevo trono a la Virgen María, paa que atraiga los corazones hacia la fe. Gracias, gracias, gracias, nunca Padre podré agradecer suficiente." Tere Quiroz de Toledo, Rama Familiar, desde Miami
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"Vivimos ayer una experiencia expiritual y de gozo indescriptible con palabras, nuestros corazones estallaban de júbilo y amor por Jesus y la Reina que nos une en amor por la Alianza!" María José Falconí, Liga Apostólica Femenina, Guayaquil.
"Simplemente espectacular!!!... Te pasaste Mater" Karina Constante de Marcial, Rama Familiar, Guayaquil
"Schoenstatt Samborondón!! Un pedacito de cielo al pie del rio... No hay palabras que describan esta emocion....”
Mariuxi Villacrés, Rama Familiar Guayaquil
"Gracias por todos tus regalos, por la abundancia que hemos recibido. Gracias porque elegiste a Schoenstatt y porque allí Cristo nace de nuevo..." J.K. Gracias por la Elección! María Elena Vilches, Guayaquil
"Sin duda alguna, no podriamos realizar una accion apostólica mas grande, ni dejar a lo que vendran, una mejor herencia, que pedirle a la Mater qu habite en este Santuario, que desde alli derrame sus dones al Ecuador y obre milagros de gracia... nuevo santuario" Luigi Pólit, Juventud Masculina, Guayaquil
"Tenemos casa nueva!!! Has establecido tu trono en Samborondón, gracias MTA!" Isabel Galvis, Juventud Femenina, Guayaquil
"Qué día más bendecido. Gracias Padre por todos tus regalos, por la abundancia que hemos recibido." Mónica Maruri, Rama Familiar, Guayaquil
"Ha sido hermoso ver las fotos...y he llorado de la alegria y emoción. Que felicidad que nuestra querida Mater quiso un nuevo Santuario en Gquil." Lourdes Falcones de Heinzl, ecuatoriana, desde Alemania
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