domingo, agosto 20, 2006

Días de Cielo en el Cañón del Infierno


Aquí les paso un relato que hice para schoenstatt.de de mi última aventura schoenstattiana, esta vez en el wild wild west.



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Días de cielo, de encuentro familiar, celebraciones litúrgicas y divertidas actividades al aire libre. En esas palabras se puede resumir el retiro para familias católicas que tuvo lugar del 10 al 13 de Agosto en Hells Canyon (Cañón del Infierno), en Oregon, en el cual se dio a conocer la espiritualidad de Schoenstatt.

Hace ya 15 años que un grupo de familias que se han propuesto vivir profundamente su fe católica, se reúnen para llevar a cabo un retiro de fin de semana en una casa de campo en Hells Canyon rodeada de un hermoso río, a la cual sólo se accede por un movedizo puente colgante. La casa es rústica, no hay señal de teléfono celular y se llega tomando unos caminos serpenteantes por una ruta bellísima. Las familias traen sus tiendas de campaña y acampan afuera de la casa. Por lo general han traído a diferentes sacerdotes a dar los retiros, pero este año querían conocer sobre Schoenstatt. Fue así que Marge Rolen, una activa apóstol de Oregon, ayudó a organizar y logró que viniera la Hna. M. Petra a dar el retiro a los adultos. Vino también la Hna. María Elena Vilches a hacerse cargo de las más chicas. Un jóven líder parroquial se encargó de los chicos.

El retiro comenzó el Jueves 10 de Agosto por la noche, de repente, se fue la electricidad, el teléfono y el agua, pero no se inmutaron, al día siguiente regresó y el buen tiempo se quedó por el resto del fin de semana. La Hna. M. Petra trató en sus charlas sobre Schoenstatt, el Santuario, la paternidad y maternidad, sobre la educación y la complementación. El horario diario incluía Rosario y Misa, y adoración el Sábado.

Muchas de las familias eran parientes. Había dos parejas de abuelos. Una de ellas, los Klein, tienen 15 hijos, de los cuales 5 estaban presentes en el retiro con sus cónyuges y con sus también numerosos hijos. El abuelo Klein, de ascendencia alemana, comentó que no entiende por qué las parejas de hoy en día tienen apenas uno o dos hijos y piensan que los hijos son una carga. Al contrario, dice él, son una gran alegría y una bendición. De paso, los hijos mayores cuidan de los menores, lo que hace todo más fácil. Él está muy orgulloso de sus hijos y de sus 39 nietos. La prueba de lo que decía se la podía ver, chicos y chicas mayores andaban con sus hermanos bebés a cuestas, e incluso una niña de 4 años, cuidaba con mucha responsabilidad a su hermanita de 2 años. Muchos de estas familias educan a sus hijos en casa, lo cual es una costumbre en familias católicas más devotas. Kathleen, la dueña de Casa que tiene unos 8 hijos también, y cuyo marido no había podido asistir por acompañar a dos hijos a su campeonato de béisbol, andaba por toda la casa preocupándose de todo con su bebé a cuestas y una gran sonrisa en la boca.

Mientras la Hna Petra daba sus pláticas, la Hna. María Elena, que días antes realizó un campamento en una misión de Oregon donde está el Santuario Hogar de este estado, dio charlas a las chicas y también hizo que trabajaran manualidades junto con los chicos, cada uno construyó un Santuario pequeño formado con palitos de helados.

Talvez los momentos más emotivos fueron los del Rosario y la Santa Misa, donde todos, incluidos los niños, rezaban con mucha devoción y cantaban con toda su fuerza. La Santa Misa se llevaba a cabo en la sala de estar, los niños la seguían desde una escalera que llevaba al altillo. El sacerdote que acompañó al grupo varias veces comentaba.. sí, esta es la verdadera Iglesia... estas lindas familias reunidas para rezar y alabar al Señor. El Rosario se rezaba en la terraza, y la Hna. Petra se maravillaba de ver cómo hasta los niños participaban sentaditos con sus rosarios. El sábado por la tarde se realizó una procesión con el Santísimo y una adoración en la “casa del árbol”, que normalmente se utilizaba para juegos o reuniones, pero que se la limpió y arregló para recibir al Señor.

En las tardes, las familias se divertían mucho bañándose en el río o hacían excursiones en el cañón. Las comidas las preparaban un grupo de señoras que venían especialmente para esto, y eran deliciosas, generalmente barbeque, ensaladas, etc.

La Hna. Petra compartió con las familias su experiencia con el Padre Kentenich, y durante la última moche, se mostró un video del Santuario y del Padre Kentenich. Las familias también querían conocer más de la Hermana María Elena, así que dio su testimonio en el que contó como la había marcado su experiencia con la Juventud Femenina. Marge y la Hna. Petra llevaron material y libros que podían ser adquiridos. Una señora sugirió, “qué tal si se graban todos estos libros, se los sube a internet, y así yo puedo descargarlos de internet y bajarlos a mi ipod, y escucharlos en mi auto!” Se espera que algunas de las parejas estén interesadas en formar grupos. Las chicas quieren empezar un grupo y reunirse una vez al mes.

Una de las señoras, Heather, que fue de casualidad porque una amiga la llevó, estaba fascinada de encontrar gente de Schoenstatt en este remoto lugar, ese mismo Schoenstatt de quien una de sus amigas de Argentina (donde pasó un año como adolescente) le había hablado tanto. Heather habla perfecto español con un impecable acento argentino. La Hna. María Elena le pasó material para apóstoles de María y está decidida a empezar un grupo, lo mismo que otra señora de origen colombiano.

Hells Canyon, el cañón del Infierno, a pesar de su nombre, fue un hermoso entorno para este retiro, pero la verdadera belleza vino de dentro de los corazones de estas familias, que aman a la Iglesia e hicieron de estos días, días de cielo. Seguir leyendo el artículo

martes, agosto 15, 2006

Asunción de la Virgen María

María suave brisa de la mañana
Luz que traspasa y envuelve
Cercanía que acoge
Compañía que tranquiliza
Que anima, que afirma

Cuanto te debe haber amado Jesús
Que te llevó al cielo en cuerpo y alma
Cuanto te amamos nosotros que queremos
siempre traerte a nuestra casa
Y tenerte cerca
Y contar contigo
Y sentirte firme
Y experimentarte palpablemente

Entre la gloria y el brillo
Está también el olor a hogar
Entre la luz y los himnos
Está tu reconfortante mirada

Que regalo Madre poderte alabarte por estar en el cielo,
tan arriba, tan glorificada
Y sin embargo cantarte por estar tan cercana, tan nuestra,
tan sencilla, tan amada Seguir leyendo el artículo

viernes, agosto 04, 2006

Sí Padre, Campo de Azucenas




El 15 de Agosto la Juventud Femenina de Schoenstatt celebra su Jubileo No. 75 y la Juventud de Ecuador lo celebra el 5 de Agosto... Quiero compartir dos testimonios... Uno grabado por la ahora Hna. María Elena Vilches y otro escrito por mi querida amiga Pamela Jalil de Castro, quien fue jefa de mi grupo de la Juventud y actualmente es jefa de la Rama de Madres de Guayaquil...

Hna. María Elena



Testimonio de Pamela:

“SI PADRE, CAMPO DE AZUCENAS”

¿Cuál de nosotras que pasó por la Juventud Femenina no se acuerda cómo vibraba su corazón cuando repetíamos el “Si Padre, Campo de Azucenas”?
¿Cuál de nosotras que pasó por la Juventud Femenina, al ver esta bandera azul llena de azucenas no se acuerda cómo esta flor despertaba nuestros más grandes ideales?

La juventud es un periodo maravilloso en la vida del ser humano, todo se vive con intensidad, todo tiene ritmos rápidos, parecería que la vida se nos va a ir y no vamos a alcanzar a realizar nuestras metas, nuestros sueños, nuestros ideales. Esta pasión con la que vivimos puede siempre tomar dos cursos, dos caminos y sin lugar a dudas, que al ser parte de la familia de Schoenstatt, como miembro de la Juventud Femenina, al aspirar ser una pequeña azucena en medio del mundo, nos lleva a optar por un camino muchas veces difícil, pero en definitiva, será el camino de nuestra realización personal como mujeres “plenas” a imagen de María, como hijas pequeñas y predilectas de Dios Padre.
¿Qué puede ser más importante entonces que esto? ¿Cuánta gratitud entonces en nuestros corazones, si debemos mucho de lo que somos a esa participación que algún día tuvimos en esta gloriosa Juventud Femenina?
Ser parte de un grupo de chicas con tus mismos sueños, tus mismas aspiraciones, ideales y anhelos, nos hace estos caminos más fáciles, no somos las únicas que queremos vivir esta vida con un estilo diferente, pertenecemos a una gran Familia que quiere en Alianza de Amor con María, vivir diferente.
Las asesoras que tuvimos jugaron un papel tan importante en este camino, asesoras que nos mostraron delicadamente y con absoluto respeto a nuestra forma de ser y en libertad, el camino a seguir, que nos plantearon estos altos ideales, que con cariño nos acogían, nos llamaban por nuestros nombres, que se preocupaban realmente por cada una de nosotras. Asesoras que nos hicieron tan cercana la imagen de la Santísima Virgen.
Cuanta gratitud con ellas, con cada una de las asesoras, con las dirigentes, con las jefas de rama. Cada una de ellas siempre dispuestas a jugarse todo por el ideal, a consumirse por la misión.

Si hoy nos preguntarán quién fue el presidente del Ecuador que más bien ha hecho al país o el científico que ha aportado más significativamente a la ciencia en los últimos tiempos, a lo mejor dudaremos, pero estoy segura que si nos preguntaran quiénes eran mis compañeras, mis amigas de la juventud, quién era mi asesora y qué hizo que mi paso por la Juventud Femenina fuera tan especial, no demoraremos en traer a la memoria todos los detalles de esa época especial de nuestra vida, que nos marcó y que puso en nosotras pilares fundamentales para que hoy seamos cada una lo que somos, aún con mucho que aprender, pero con convicciones fuertes y sobre todo sabiendo que “Un hijo de María, nunca perecerá”

Como podemos terminar estas cortas palabras sin reconocer que atrás de esta obra maravillosa está siempre la mano de nuestro Creador, el corazón maternal de María y el carisma de nuestro Padre Fundador, que desde el cielo contemplan y se alegran con nosotros por estos maravillosos 75 años de la Juventud Femenina de Schoenstatt.
QUE VIVA LA JUVENTUD FEMENINA DE AYER, HOY Y SIEMPRE!! Seguir leyendo el artículo

martes, agosto 01, 2006

Mafalda

Estos días no he escrito en el blog gracias a la situación entre Líbano e Israel. Es un tema tan políticamente incorrecto que prefiero no emitir mi opinión y es sobre lo que más querría escribir. Generalmente uno sigue la vida a pesar de las malas noticias que llegan de todas partes, pero situaciones como estas como que al menos a mí me influyen como le influían a Mafalda... Todo esto me ha hecho reflexionar sobre la paz. Benedicto XVI nos ha pedido rezar incesantemente por la paz, y para ello, nuestro corazón también debe estar en paz. Y eso requiere la valentía de perdonar , incluso cuando las partes no piden perdón. ¡Un gran esfuerzo! Lo estoy intentando. 'Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen...' Seguir leyendo el artículo