sábado, mayo 19, 2007

La Reina de las Conexiones

La naciente familia de Schoenstatt en Houston celebró por primera vez la Misa de Alianza gracias a la generosidad de un sacerdote que quiere mucho al Movimiento.

Houston es una de las ciudades con mayor población en Estados Unidos, y asimismo, con un gran número de católicos. Las Iglesias se repletan los Domingos, no quedaq sitio adentro ni parqueo que abastezca. Y muchos se preguntaban, ¿y por qué no hay Familia de Schoenstatt en Houston? Unos schoenstattianos que habían venido a vivir a esta ciudad por trabajo habían escuchado que habían algunas familias del Movimiento, y también imágenes de la Virgen Peregrina circulando pero ¿dónde?

En Julio del 2006 llegó a esta ciudad el Padre José Luis Nieto, de la comunidad de los Padres de Schoenstatt, que había decidido tomarse algunos meses de sabático para estudiar inglés. Fernando Romero, hijo de una familia schoenstattiana de Ecuador, y su esposa Marie Elena, se preocuparon de conseguirle donde llegar y el lugar para estudiar. En una parroquia cercana le pidieron que ayude celebrando misa en español los domingos y uno de los feligreses le prestó una bicicleta para que se movilice. El estudio le resultó un poco más difícil de lo que pensaba, y a veces se preguntaba, ¿para qué habré venido?

Poco después llegaron dos familias schoenstattianas que llegaron trasladadas de Quito, pues la compañía petrolera donde trabajaban había tenido que salir por fuerza mayor del Ecuador. Lo primero que hizo uno de ellos, Mauricio Bautista, colombiano casado con una quiteña, es ponerse a la búsqueda de schoenstattianos. Contactó a Angie Santos y por ella conoció al Padre José Luis y le preguntó a éste que por qué no empezaba un grupo de matrimonios. Poco antes de irse, con una lista de conocidos de Angie, El Padre José Luis llamó uno a uno y los invitó a una reunión a finales de Agosto. Entre ellos había una joven pareja, él venezolano y ella argentina que había sido de la Juventud y del Colegio Mariano. Otra pareja, los Falquez conocía bien Schoenstatt por su colegio, otros, sus padres han estado en Schoenstatt y las dos parejas quiteñas que ya tenían algún tiempo en el Movimiento, incluso los Gomez de la Torre habían sido monitores por un tiempo. El grupo acordó empezar a reunirse.

Fue entonces, antes de irse, que el Padre José Luis comprendió para qué la Mater lo había traído a Houston.

El Padre Christian Christiansen, que vive en Austin, comenzó también a apoyar al grupo y ha estado viniendo casi cada mes a las reuniones y el tenerlo tan cerca ha sido un gran regalo y privilegio para el grupo. El hecho de que las personas ya conocieran de Schoenstatt y amaran al Padre Kentenich hizo que todo se diera muy bien. El grupo se ha ido integrando y compartiendo tanto natural como sobrenaturalmente. Incluso ha habido el regalo que los padres de Florencia, argentina, que pertenecen a la Federación de Matrimonios les dieran su testimonio como pareja. Por lo tanto les transmitieron, no la teoría, sino la vida misma, y la importancia de Schoenstatt en sus vidas. Se juntó también más adelante otra pareja, él americano y ella chilena, Melina, también del colegio Mariano, y su madre, de muchos años en el Movimiento, pudo compartir su amor a la Mater y su enriquecedora experiencia.



Luego otras “casualidades” fueron sucediendo. Al escuchar que el Padre Vicente Agila, un sacerdote guayaquileño muy conocido en Ecuador, en especial por sus programas de televisión, estaba en una parroqua en Houston, un grupo de schoenstattianos fueron a la Misa que celebraba, y cuando a la salida lo saludaron y le dijeron, “somos de Schoenstatt”, él les contó emocionado que acababa de estar en Schoenstatt en Alemania y que estaba contentísimo de haber hecho esa visita de un día. Acto seguido señaló a un grupo de personas que estaban cerca, y dijo: “y ellos también son schoenstattianos”... Conexión inmediata. Una señora, Rosa Elena, estaba comenzando un grupo de Señoras. Ella y el matrimonio Lopez son muy cercanos al Padre Agila y activos en su parroquia, además que van frecuentemente al Santuario de Lamar, y sus hijas han estado en el programa de las Hermanas.




Fue justamente en una reunión del grupo de Señoras que alguien sugirió, “¿y por qué no celebramos una Misa de 18?” Somos tan pocos, quizá nos podríamos reunir en una casa y pedirle al Padre Agila que la celebrara. Se lo contactó y él emocionado lo primero que dijo fue “¡Ya! y ponemos la imagen de la Mater grande que está en mi oficina al lado del altar!” Luego de tener la autorización de su párroco, se acordó celebrar la Misa en la Iglesia de Santa Cecilia, la parroquia donde él trabaja y que tiene mucha vida tanto de hispanos como de 'anglos', además de una bella arquitectura que invita a la oración y al recogimiento. Se invitó al 18 y se comenzó a organizar y algunos se preguntaban, ¿será la primera misa de 18 en Houston? Pues, pareciera que así es...

El Padre Agila puso su hermoso cuadro de la Mater tal como lo había pensado y se lo adornó con yb manto flores. Y aunque no habría más de 40 personas en una Iglesia con capacidad para unas 700, todos estaban emocionados, en primer lugar porque se había cumplido el sueño de tener misa en un 18 y porque que era un momento histórico. La alegría era contagiosa.

Durante la homilía, el Padre Vicente contó de su visita al Schoenstatt Original, de cómo se había sentido cual niño en una tienda de juguetes, que había ido ahí buscando fuerzas para su vida espiritual. Asimismo contó de cómo, fue en el Santuario de Guayaquil donde descubrió su vocación, lo importante que era para él siempre ir a visitar a su Madre, de cómo siempre necesitamos ese hogar, experimentar la preocupación de la Madre que te tranquiliza y te anima. Dos valientes chicas de la JF se ofrecieron a cantar algunas hermosas canciones schoenstattianas. Una señora del grupo de madres asistió con mucha alegría aunque se había roto la pierna a la salida de una reunión de Schoenstatt siendo por lo tanto la peregrina más esforzada.

Luego de la Misa compartieron con el Padre la emoción de haber celebrado la Misa juntos, d e cómo a algunos se les puso la piel de gallina. el Padre Vicente manifestó su alegría de celebrarla y su disposición de hacerlo todos los 18 mientras esté aquí. Él mismo sugirió que la próxima vez podíamos quemar los capitales de gracia al final de la Misa. Luego de la Misa, nadie se quería ir, y se improvisó una serenata para la Mater.

Es un modesto comienzo, este de Schoenstatt en Houston, pero el Movimiento se inició así también, de forma sencilla y silenciosa. Por otro lado ha sido maravilloso constatar como la Mater anda apurada, haciendo conexiones en los momentos menos pensados. Ella es la Reina de las Conexiones... Seguir leyendo el artículo

jueves, mayo 10, 2007

Papa Bento XVI en Brasil

Anoche de repente me di cuenta de que era el día en que el Papa llegaba a Brasil y calculé mal la hora en que pasaban la llegada por EWTN. Entonces empecé a buscar en internet, videos de su llegada... Así que lo primero que hice es ir a O GLOBO pensando que encontraría una excelente cobertura de la Visita. Cual mi sorpresa lo que encontré fue una foto de él, sus palabras tergiversadas y fotos de gays protestando en contra del Papa.. Salí "corriendo" de ahí y se me prendió el foco. Me fui a youtube.com, puse "Bento XVI Brasil" y listo, ahí estaban agunos videos.

En uno de cuando estaba saludando a la gente afuera del Monasterio de Sao Bento donde se hospeda, vi con mucha emoción unas banderitas de Schoenstatt. Hoy que pude grabar el encuentro con la Juventud, veo por todos lados banderas grandes del Movimiento. Es verderamente emocionante.

Me llama la atención de la cobertura de los medios, siempre dando a entender que es un siniestro inquisidor, excomulgando etc etc. No se sorprenden de que miles y miles de jóvenes corran con todas sus fuerzas persiguiendo su papamóvil y que esperen horas de horas para verlo de lejos, y lloran y gritan y se emocionan.

Y no sólo los jóvenes sino gente de todas las edades, que se vuelven como niños cuando tienen la oportunidad de verlo.

Se ven las Banderas de Schoenstatt!

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martes, mayo 01, 2007

La verdadera Audacia: una escalera para descubrir a Dios en nuestra vida.

(Publicado en Revista Familia del Padre - Ecuador)

A veces admiramos a esas personas audaces, capaces de desafiar el peligro. Seguro todos tenemos algún amigo o amiga que le gusta hacer alas delta o rafting, que disfruta del riesgo. Otros por necesidad sortean audazmente toda clase de obstáculos, como por ejemplo todos aquellos que tratan de llegar a Estados Unidos por cualquier medio y pasando penalidades inimaginables.

Se necesita a veces una cierta audacia para poder sortear dificultades que se presentan en la vida diaria, o para enfrentar algún cambio, pero no siempre encontramos la fuerza que necesitamos. Cuantas cosas no hemos dejado de hacer por temor…

A todos se nos viene a la mente la novena del Padre Kentenich, “Audaz en el riesgo”, y si reflexionamos en muchos de los acontecimientos de su vida, el Padre fue una persona muy audaz, recordemos por ejemplo el paso que dio alrededor del 31 de Mayo, defender su obra, sabiendo las consecuencas que ello traía consigo.

Pero la audacia de la que él habla no tiene que ver con el gusto por el peligro, sino que tiene su base en una relación filial con Dios Padre. La llamaba “la genialidad de la ingenuidad” la genialidad de la infancia espiritual marcada por lo divino y querida por Dios. “La audacia consiste en que frente a toda situación de nuestra vida coloquemos enseguida una escalera por la cual la razón y el corazón alcancen a descubrir al Dios que está en la cúspide de ese acontecer”. (Pedagogía para educadores católicos, 1950)

Sí, se requiere audacia para reconocer y seguir el camino que Dios quiere para nosotros. Es algo así como saltar en paracaídas y cerrar los ojos y pensar: El Padre y la Madre se preocuparán perfectamente de todo.

El Padre Kentenich pedía que inculquemos esto en la juventud: “Lo que debemos presentarle a nuestra juventud de hoy es precisamente el salto mortal a lo sobrenatural, hacia lo divino. Es cierto, siempre caeremos en las manos de Dios… Pero esllo supone arriesgarse. No sabemos lo que Dios nos exigirá mañana o pasado mañana; sólo sabemos que debemos dar este paso inmediato. Y lo daremos con coraje y convencidos de que Dios nos abrirá una puerta. He aquí pues, la valentía la audacia del santo y del pecador.”

Sí la audacia es confiar plenamente en Dios, entonces la próxima oportunidad que tengamos para desafiar el peligro o cualquier problema sencillo cerremos los ojos y caigamos en brazos de nuestro Padre de los Cielos y nuestra amada Madre.
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