viernes, agosto 04, 2006

Sí Padre, Campo de Azucenas




El 15 de Agosto la Juventud Femenina de Schoenstatt celebra su Jubileo No. 75 y la Juventud de Ecuador lo celebra el 5 de Agosto... Quiero compartir dos testimonios... Uno grabado por la ahora Hna. María Elena Vilches y otro escrito por mi querida amiga Pamela Jalil de Castro, quien fue jefa de mi grupo de la Juventud y actualmente es jefa de la Rama de Madres de Guayaquil...

Hna. María Elena



Testimonio de Pamela:

“SI PADRE, CAMPO DE AZUCENAS”

¿Cuál de nosotras que pasó por la Juventud Femenina no se acuerda cómo vibraba su corazón cuando repetíamos el “Si Padre, Campo de Azucenas”?
¿Cuál de nosotras que pasó por la Juventud Femenina, al ver esta bandera azul llena de azucenas no se acuerda cómo esta flor despertaba nuestros más grandes ideales?

La juventud es un periodo maravilloso en la vida del ser humano, todo se vive con intensidad, todo tiene ritmos rápidos, parecería que la vida se nos va a ir y no vamos a alcanzar a realizar nuestras metas, nuestros sueños, nuestros ideales. Esta pasión con la que vivimos puede siempre tomar dos cursos, dos caminos y sin lugar a dudas, que al ser parte de la familia de Schoenstatt, como miembro de la Juventud Femenina, al aspirar ser una pequeña azucena en medio del mundo, nos lleva a optar por un camino muchas veces difícil, pero en definitiva, será el camino de nuestra realización personal como mujeres “plenas” a imagen de María, como hijas pequeñas y predilectas de Dios Padre.
¿Qué puede ser más importante entonces que esto? ¿Cuánta gratitud entonces en nuestros corazones, si debemos mucho de lo que somos a esa participación que algún día tuvimos en esta gloriosa Juventud Femenina?
Ser parte de un grupo de chicas con tus mismos sueños, tus mismas aspiraciones, ideales y anhelos, nos hace estos caminos más fáciles, no somos las únicas que queremos vivir esta vida con un estilo diferente, pertenecemos a una gran Familia que quiere en Alianza de Amor con María, vivir diferente.
Las asesoras que tuvimos jugaron un papel tan importante en este camino, asesoras que nos mostraron delicadamente y con absoluto respeto a nuestra forma de ser y en libertad, el camino a seguir, que nos plantearon estos altos ideales, que con cariño nos acogían, nos llamaban por nuestros nombres, que se preocupaban realmente por cada una de nosotras. Asesoras que nos hicieron tan cercana la imagen de la Santísima Virgen.
Cuanta gratitud con ellas, con cada una de las asesoras, con las dirigentes, con las jefas de rama. Cada una de ellas siempre dispuestas a jugarse todo por el ideal, a consumirse por la misión.

Si hoy nos preguntarán quién fue el presidente del Ecuador que más bien ha hecho al país o el científico que ha aportado más significativamente a la ciencia en los últimos tiempos, a lo mejor dudaremos, pero estoy segura que si nos preguntaran quiénes eran mis compañeras, mis amigas de la juventud, quién era mi asesora y qué hizo que mi paso por la Juventud Femenina fuera tan especial, no demoraremos en traer a la memoria todos los detalles de esa época especial de nuestra vida, que nos marcó y que puso en nosotras pilares fundamentales para que hoy seamos cada una lo que somos, aún con mucho que aprender, pero con convicciones fuertes y sobre todo sabiendo que “Un hijo de María, nunca perecerá”

Como podemos terminar estas cortas palabras sin reconocer que atrás de esta obra maravillosa está siempre la mano de nuestro Creador, el corazón maternal de María y el carisma de nuestro Padre Fundador, que desde el cielo contemplan y se alegran con nosotros por estos maravillosos 75 años de la Juventud Femenina de Schoenstatt.
QUE VIVA LA JUVENTUD FEMENINA DE AYER, HOY Y SIEMPRE!!

No hay comentarios.: