sábado, marzo 11, 2006

Anhelando la Vigilia Pascual


Creo que en mi niñez y juventud no tuve oportunidad de participar en las liturgias de Semana Santa, o al menos no lo recuerdo. En Guayaquil esa era época de vacaciones y siempre estaba en Miami, en Cuenca , o en la playa, e incluso recuerdo bien que en Salinas el “respeto” al Viernes Santo consistía en que las fiestas empezaran después de la medianoche. En el periódico leía sobre las multitudinarias procesiones de Cristo del Consuelo en Guayaquil o la de los Cucuruchos en Quito, y sabía de la costumbre de rezar el via crucis en las siete Iglesias el Jueves Santo, pero no participaba.

Quizá una de las primeras veces que participé en alguna de las celebraciones fue cuando estaba de viaje con mis papás por Europa, el Viernes Santo lo pasamos en un pueblito italiano, y casi por casualidad participamos en la liturgia, que era con procesión de luces y todo, y el Domingo ya estábamos en algún pueblito de Suiza en una Misa con un órgano impresionante y una iglesia llena de flores amarillas. Tanta solemnidad no había visto en Ecuador.

Pero recién comencé a entender y participar en esas hermosas y significativas liturgias cuando estaba en la Juventud Femenina de Schoenstatt de Guayaquil, en esos inolvidables retiros de Semana Santa. Las hermanas nos explicaban cada una y nos preparábamos para vivirla con todo su significado. A veces teníamos nuestras propias ceremonias y en otras ocasiones participábamos en la Iglesia del pueblo donde estábamos. Desde entonces no me he perdido ninguna de las liturgias de jueves y viernes santo y la liturgia pascual.

Sobre esta última, me parece que no todos los católicos están conscientes de que es la liturgia más importante del año. Se celebra la resurrección de Jesús y por lo tanto el sentido último de nuestra religión... Recuerdo que una vez me tocó preparar una charla para un Retiro de Semana Santa, era sobre el Espíritu Santo y el Bautismo y era el sábado Santo. Al investigar para la charla recién pude caer en cuenta que la Pascua es la Fiesta del Bautismo y que todo tiene que ver con el agua, la oraciones, la bendición, y por qué se bautiza esa noche. Supe de los inicios del cristianismo, en que los catecúmenos se preparaban especialmente en la cuaresma para ser bautizados la noche de la vigilia pascual.

En Estados Unidos la preparación para adultos al bautismo y su incorporación a la Iglesia Católica dura aproximadamente dos años y es muy exhaustiva. A veces creo que salen mejor preparados que los que hemos estado en la Iglesia toda nuestra vida. El año pasado fue mi primera semana santa en Houston y asistí cada día a una iglesia diferente. El sábado fuimos con mis hermanos y sus familias al teatro a ver una obra musical fantástica, Mamma Mia, y luego nadie se animó a acompañarme a la Vigilia, (tiene fama de ser muy larga) pero fui igual. Afuera de la Iglesia, como siempre, se empieza el rito con la bendición del fuego y encendiendo el cirio pascual. Fue entonces que vi a este grupo de adultos con sus túnicas púrpuras, y caí en cuenta que eran los que se iban a bautizar. No conocía a ninguno pero me emocioné muchísimo y me daban ganas de decirles lo bendecidos que son, poder bautizarse con toda la conciencia del caso, y que se borren todos sus pecados. La ceremonia fue más espectacular que Mamma Mía, el coro cantó gloriosamente. Me llamó mucho la atención que el bautizo de los adultos era por inmersión. En muchas de las Iglesias modernas aquí en Houston, la pila bautismal (una pequeña piscina) está situada a la entrada (simbolizando también que el bautismo es la puerta de la Iglesia). St Michael’s tiene la pila bautismal en el altar pero habían colocado una especie de piscina en el altar donde las personas se sumergían casi totalmente. Luego salían y volvían a entrar con sus batas blancas al son de los aplausos. Creo que hasta lloré varias veces, quizá era la emoción de ser católica y ver que nueva gente es recibida en nuestra amada Iglesia...

Este año entre otras cosas, estoy ayudando a preparar a un grupo de cinco adolescentes de nuestros cursos de confirmación, que se van a bautizar. Su preparación no ha sido tan extensa pero estamos tratando de que en esta cuaresma puedan experimentar y conocer lo esencial de nuestra religión. Para mí es un gran regalo poder participar de esto, dado lo importante y hermoso que es para mí la Vigilia Pascual. A veces salto de emoción, estoy tan o más emocionada que ellos...

Estas últimas semanas han estado muy relacionadas con el bautismo. Primero, en Febrero me pidieron para un retiro de jóvenes que de un testimonio sobre ser Madrina, y como yo me expreso mejor “audiovisualmente” preparé un vídeo sobre mis ahijados y especialmente sobre la última, una nena muy esperada (Ver el vídeo en inglés) Luego asistí al bautizo del hijo de unos amigos en Austin (ver fotos) y el fin de semana pasado me enteré de que sería madrina por quinta vez. Nannette, la “youth minister” me pidió que sea “sponsor” o en otras palabras madrina de una de las jóvenes del grupo que se va a bautizar. Fue una sorpresa, pero me alegré. Ella es una chica maravillosa de 17 años, de Singapur, su papá no es católico y recién le permitió bautizarse, después de haber estado en colegios católicos por 12 años. Ella está feliz, al fin va a ser parte de la Iglesia, después de haberla visto desde afuera por tantos años. Hace unos días participé con ella en una ceremonia en la cual el Obispo recibía a los catecúmenos (en Houston solamente hay más de 2,000) y luego de que los presentaban se convertían en “elegidos”... Había gente de muchas nacionalidades y otra vez me regocijé de que nuestra Iglesia creciera y se enriqueciera.

Así que esta Vigilia Pascual va a ser muy especial para mí... la viviré tan cercanamente que seguramente necesitaré llevar un pañuelo...

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